Llevo unas semanas pasando por momentos de duda, de incertidumbre, de incomodidad.
Hace mucho no me pasaba. Y creo que es precisamente por eso que me cogió con la guardia abajo.
Cuando eres independiente, muchas de las cosas que pasan en tu vida dependen de ti. Como es de suponerse.
Y ya venía acostumbrado a eso.
He dudado de mí, de mis capacidades y de mi inteligencia emocional, de mi capacidad de manejar mis emociones.
Creo que una de las cosas que más me cuestan en la vida es la incertidumbre absoluta, en la que las decisiones no las tomas tú y tampoco dependen mucho de lo que hagas. Básicamente es hacer todo lo que está en ti y luego esperar.
Y esperar.
Y esperar.
En esta ocasión la cosa fue medio cruel porque no había nada claro. No había fechas, no había pistas. No había un 60-40 o alguna joda así como para saber qué esperar.
Para peor, cuando por fin se dio una fecha para darle cierre al asunto, me la aplazaron, aunque afortunadamente se logró mantener la fecha acordada.
¿Por qué? Porque pedí que no la movieran. De nuevo, porque hice algo al respecto.
No me gusta esperar a que las cosas me pasen.

Soy de aquellos que cuando quiere algo va y lo busca, de la manera adecuada, hasta que lo logre o que confirme que no es posible.
Y eso me aplica para los negocios, para la vida profesional, y también para la personal.
Pero retomando, toda esa situación me hizo dudar mucho de mí. Y no es justo. Así que reutilicé muchas viejas prácticas, desempolvé mi manual mental, y empecé a aplicar varias cosas que te voy a mencionar.
Porque, para serte sincero, creo que soy el mejor candidato para el proyecto. Primero porque la oferta es brutal, tiene todo el compromiso de mi equipo de trabajo. Tengo conveniencia geográfica. Tengo experiencia, credenciales, seriedad y compromiso. Tengo buenos proveedores, y buena escuela.
Es que hasta buen corazón, carajo.
Y este cliente en particular sabe todo eso, porque me lo ha dicho, por eso me extraña un poco el silencio administrativo. No sé si es que lo olvidó, o a la larga eso no tiene tanto peso en su proyecto.
Creo que tuvimos excelentes relaciones, pero en las últimas semanas no ha habido casi comunicación y eso no está bien.
En fin, acá van mis técnicas y recomendaciones.
Por supuesto, lo que te digo abajo tiene sus excepciones y habrá momentos en que no aplique. Ponle sentido común y listo.
- Procura tener las riendas de las cosas. Por ejemplo, si estás en un proceso de venta, no le digas al cliente cosas como “revisa la propuesta y me cuentas”. ERROR. Dile que la revise y que lo llamas el viernes, por ejemplo. Eso le pone deadline a las cosas y también al cliente. Está visto que somos expertos en procrastinar.
- Intenta tener toda la información posible para tomar decisiones o para hacer tus propuestas/entregas. Tener información incompleta puede jugar en tu contra y, por el contrario, mientras mejor conoces al cliente, mejor será tu propuesta, porque la puedes ajustar a sus necesidades, a las circunstancias específicas.
- Sé muy profesional. O en otras palabras, entrégalo todo. Que si te dicen que no, no sea por mediocre. Si te dicen que no será por circunstancias que se te salen de las manos, pero jamás porque no hiciste el esfuerzo de dar una buena propuesta.
- Si te dicen que no (porque siempre puede pasar), recuerda las veces en que te han dicho que sí. No olvides de qué estás hecho. Si te dicen que sí, prémiate. Te lo mereces.
- No pierdas la objetividad. No veas al mundo como quisieras que fuera sino como es. Así aterrizas tus expectativas y actúas en consecuencia.
Espero que te sirvan estos consejos, más si los estás necesitando ahora. Sé lo que se siente y no es chévere.
Por último, mi consejo es que no te rindas. Que si tienes claras tus metas y sueños, es más fácil cumplirlos, pero hay que trabajarles a diario. Un poquitito todos los días.
Y tampoco lo tienes que hacer solo. Tener una persona que te guíe vale oro (lo digo por experiencia propia). Y también tener una comunidad de gente que tiene tus mismos intereses.
Todo eso está en mi programa de asesorías, que viene con comunidad LikeAPro incorporada.
Somos un grupo de personas que se reúnen virtualmente cada dos semanas para apoyarnos, sin contar el grupo de WhatsApp que tenemos, en el que solemos compartirnos nuestras cosas, pedimos y damos ayuda.
Llena este formulario y empecemos a trabajar en tu futuro.
Que se ve bien bonito, si me lo preguntas.