La vida no es siempre color de rosa, pero tampoco tiene que ser un Vietnam permanente.
A veces nos dejamos llevar por esa espiral de pensamientos negativos, estrés, o simplemente nos sentimos estancados. Como que la vida no avanza.
Te ha pasado, ¿cierto?
Hoy quiero compartirte algunos aprendizajes clave para cuidar nuestra salud mental. Para elevar el ánimo y mantener la motivación en esos días en que sentimos que es una vida cruel. #AlertaDrama
Este tema salió a raíz de una asesoría que tuve con una de mis clientes. Porque este rollo de la marca personal puede ser solitario y afectarnos mucho la mente.
Y si lees hasta el final, te dejo un tip muy pro.
1. Reconoce lo que sientes y dale espacio
A veces uno cree que lo mejor es mostrarse fuerte, «todo lo puedo», «me bajo la luna solo» y todas esas pendejadas. No es necesario, al menos ya no. Ser “más hombre” no es no sentir, y ser “más mujer” no es poder con todo sin quejarse
Hay que saber y reconocer que no todos los días son tipo Walt Disney lleno de pajaritos y arcoiris.
Es normal y está bien.
Uno de los mayores errores que cometemos es ignorar nuestras emociones o juzgarlas. La clave está en permitirte sentir, pero no quedarte en eso.
Según escuché en un podcast sobre la felicidad (que me encanta, además. Busca The Happines Lab), que ponerle nombre a las emociones nos ayuda a procesarlas mejor.
¿Te has preguntado alguna vez qué estás sintiendo y cómo te está afectando?
Yo mismo lo estoy trabajando (con tropiezos, claro), pero cada paso cuenta. Como dice mi terapeuta, “reconócelo, obsérvalo y vuelve al equilibrio”.
2. Rodéate de gente que sume, no que reste
Esto lo he dicho en muchos Marmogramas. La pilera se pega. Cuando uno está con gente pila, inteligente, motivada, uno se termina volviendo así.
Ese dicho de dime con quién andas es absolutamente real. Comprobado por el equipo de Investigaciones Marmota Inc.
Y eso se vuelve un círculo virtuoso. Aprendes a ser más optimista, y, a la larga, exitoso.
Claro, al contrario también, si te juntas con gente pesimista, estancada, de esos que no logran nada… te va a pasar.

3. Cambia la banda sonora de tu vida
Aquí va algo práctico, que puedes hacer ya mismo: Revisa lo que estás escuchando.
La música tiene un poder brutal sobre nuestro estado de ánimo.
Si escuchas música triste, terminas melancólico. Y si escuchas algo que te alegra, silbas, cantas y hasta bailas. Como mi mamá.
Ojo, también es importante diferenciar música alegre que te motive, de la música que te desconcentra. Yo por ejemplo no puedo escuchar un reguetón perretón. O sea, no me voy a poner a perrearle a la orquídea que tengo en la sala. Lo que necesito es motivarme para trabajar.
Yo mismo tengo mi lista de “Good Vibes”, y déjame decirte: ¡es un reset instantáneo para el día! (Acá la puedes escuchar y seguir 😉).
4. Mindfulness
Antes de que huyas pensando que me volví monje tibetano, no se trata de cruzar las piernas en flor de loto y levitar. Ni poner la mente en blanco ni esas pendejadas que nos han hecho creer.
Basta con disfrutar conscientemente de ese café calientito, con ese aroma que produce un Ñam mental.
O de ser conscientes de que tenemos un rato de tranquilidad. Como cuando los cinco perritos de mi vecino dejan de ladrar. Es mi momento zen.
¿Has probado encender una vela mientras trabajas? Yo lo hago y me funciona. Simplemente apreciar el momento. Créeme, esos pequeños rituales hacen maravillas.
5. Celebra lo que has logrado
Es fácil pensar en todo lo que falta, pero ¿te has tomado un momento para mirar hacia atrás y ver cuánto has avanzado?
El truco de la vida no se trata de grandes saltos, sino de fijarse en esos pequeños pasos que suman.
La Ley de Pareto lo explica perfecto: el 20% de tus esfuerzos produce el 80% de los resultados.
Encuentra qué es lo que te está funcionando y enfócate en eso.
6. La mentalidad positiva atrae cosas buenas (no es magia, es ciencia)
El optimismo tiene un efecto multiplicador.
No te hablo de ese positivismo tóxico, sino de adoptar una actitud abierta al cambio y al crecimiento.
Cuando empiezas a ver posibilidades en lugar de obstáculos, las cosas cambian. Es frase de cajón, porque es cierto.
7. Date permiso para disfrutar y cuidarte
¿Sabías que cuidar tu mente también implica darte pequeños gustos?
Date un respiro, sal a ese café sin sentirte culpable. Al contrario, descansar te hace más eficiente.
Compra esa vela que huele increíble o simplemente invierte en algo que te haga feliz.
La vida no se trata solo de trabajar y cumplir metas; también se trata de disfrutar el camino.
Todo esto no sucede de la noche a la mañana, pero es un proceso que vale la pena.
¿Has practicado algo de eso? ¿Y te ha funcionado? Cuéntamelo y compartimos notas.
Bueno, te hablaba al principio de un truco Pro.
Esta entrada la hice en menos de la mitad del tiempo. En 20 minutos ya la terminé, y los tips son muy buenos. Los saqué de una conversación muy natural, con una cliente, que también puede pasarte con un amigo, pareja, familia, lo que sea.
Mis sesiones de asesoría las suelo grabar para consultas futuras de mis clientes, y también uso un asistente de Inteligencia Artificial (IA) que toma notas.
Tomé esa transcripción y la pasé por Marley, mi otro asistente, y le pedí que sacara los puntos más importantes. Y que las escriba en mi tono, con mi estilo.
No quedó perfecto, la pulí un poquito, porque aún está aprendiendo. Pero se acercó bastante y cada vez lo hace mejor.
Luego le pedí a otra app, llamada Napkin, que me haga la imagen que viste más arriba.
¡Todo eso en menos de 5 minutos!
Ese es un truco de productividad BRU-TAL.
Ahora viene la cuña: Esa herramienta, y muchas otras más, las voy a enseñar en mi Taller de Productividad con Inteligencia Artificial.
Será del 10 al 13 de febrero.
4 sesiones En Vivo y les contaré unos trucos que ni te imaginas.
Yo mismo me sorprendo con lo que hacen esas apps.
Este tipo de talleres valen unos 200 dólares en el mercado.
Peeeeero, pero pero,
si te inscribes antes del viernes 31 a media noche, solo pagas 50 USD.
Acá encuentras toda la info, por si tienes otras dudas.
PD: Pégale una mirada al chat bot que ves en la página. Lo creé (en 10 minutos) y te responde todas las dudas. Pruébalo y me cuentas. Si con eso no te convenzo de las maravillas del taller, no sé qué más hacer 😀
PD2: Los dientes de arriba se cepillan hacia abajo.
PD3: Aprovecha el descuento.