Otro título es: Lo que nadie te dijo a los 20 (y te está costando plata 💸), pero me decidí por el otro.
Hace poco hablaba con alguien de confianza, emprendedor él, y pensábamos en todos esos errores que uno comete por ignorancia.
Si yo hubiese sabido muchas cosas que sé ahora, creo que estaría forrado en billetes de 100 USD, y estaría escribiendo esto desde mi isla privada.
Mentira, estoy exagerando.
No sería una isla privada porque ando en plan socializar, y me gusta estar acompañado.
Debe ser la soltería.
En fin, el punto es que me dio por escribir esas cosas que me habría gustado saber hace 15 años, cuando me independicé y dejé de ser empleado.
O incluso mejor, a mis 20, antes de salir de la U.

Son 47 cosas, que parecen muchas, pero se leen en un carrerón.
Aquí están:
- Tu competencia real es tu yo del pasado. No te fijes en los demás, procura ser un poquito mejor que ayer. Ya con eso tienes el éxito casi asegurado.
- Trabajar duro en tu trabajo te da un sueldo. Trabajar duro en ti, en tu Marca Personal… te da una fortuna.
- El miedo es un gran termómetro: si asusta, probablemente toca hacerlo (pero con riesgos controlados).
- Ama lo que haces, pero no te apegues al resultado. Hazlo con amor, suéltalo con flow. (Esto me hubiese evitado apegarme tanto a emprendimientos que solté unos años y varios millones tarde).
- Actúa como si. Como si ya fueras top 3 de tu categoría. Como si ya lo tuvieras. Porque el mundo responde a quien se lo cree (esto lo estoy aprendiendo hace un par de años y CARAJO SI DA RESULTADO).
- No te vuelvas experto en lo que no te gusta hacer. ¡Delega, de por Dios bendito!
- No te enfrasques en el “cómo”. Primero sueña en grande, luego vemos cómo carajos lo logramos. No caigas en la parálisis por análisis.
- No seas el cuello de botella de tu negocio. Suelta el control o te vas a ahogar en tus propias decisiones.
- Cambia el plan, no la meta. Sé terco con el destino, pero flexible con la ruta.
- Mantén el enfoque. Si haces mil cosas a la vez, no harás ninguna bien (sí, te hablo a ti, disperso profesional, que crees que puedes con todo, porque te consideras bueno en todo, bájale al ego).
- No midas tiempo, mide resultados. Ser ocupado no es igual a ser productivo.
- Pero no está de más fijarte si te estás demorando demasiado en algo. Pégale una mirada al concepto de la Ley de Pareto.
- Vende el cambio, no el proceso. La gente paga por la transformación que obtendrá, no por tu producto mágico. Aplica para servicios, claro.
- Vende antes de crear. No construyas una catedral si nadie quiere rezar (esta se la aprendí a Steve Jobs).
- Vende como compras tú. Si odias los vendehumos… no seas uno. COHERENCIA PORFAVORRRRR.
- Haz que encontrarte sea más fácil que encontrar a tu competencia. Googlea lo que haces y mira si apareces. Si no… Experto Invisible a la no-vista.
- Di lo que piensas. En serio. Pero aprende a decirlo con clase, no como un cavernícola. Ser sincero es diferente a ser gamín.
- Spoiler: el cliente también tiene miedo. Háblale simple, sin tecnicismos de alienígena.
- “Adendum”: Tú también estás escogiendo a tus clientes. Si alguno no aporta a tus objetivos de negocio, se vale decir que no.
- Otrum adendum: A veces, el cliente tiene razón. Bájale dos rayitas al ego.
- Te contratan por ser conocido, querido y confiable. Así que primero: haz que te conozcan.
- Nunca justifiques tu precio. Nunca. Tu valor no se explica, se entrega.
- Tambiém tienem adendum: No hagas descuentos sin justificación, solo por lograr la venta. Eso desvaloriza tu producto o servicio.
- No confundas. Si el cliente necesita un mapa para entender tu oferta, fracasaste.
- Cobra por adelantado siempre que puedas. No eres un banco para andar financiando a tus clientes.
- Construye en público. El hype vende. Genera expectativa desde el minuto uno.
- Andum feliz con los adendum: No te preocupes tanto por el qué diran. No eres el centro del universo.
- Cuantifica tus metas. Lo que no se mide, no se mejora (ni se celebra). De paso, pégale una mirada al concepto de Objetivos SMART.
- Trucazo: Empieza por el final. Visualiza cómo termina y trabaja hacia atrás.
- La cultura de tu negocio = tu marca real. No hay logo que salve un ambiente tóxico.
- Deja de ser el secreto mejor guardado. Sal de la cueva. Habla, publica, conéctate. Haz networking (olvidar esto me costó mucho en los últimos años).
- Si eres tacaño para pagar, serás tacaño para cobrar. No seas ninguna de las dos.
- La tacañería es un estado mental. Cuando eres generoso con la vida, la vida te compensa (yo esto no lo creía hasta que lo viví).
- No importa lo que pienses, haz lo que te dicen tus mentores antes de “modificarlo”. Aprende bien antes de “innovar”.
- Adendum, para no perder la costumbre: Busca mentores.
- Contrata gente mejor que tú. O te llenarás de mediocridad (y frustración). Esto puede ser difìcil, pero de a pocos vas lográndolo.
- No tengas miedo de despedir. Ni de contratar. Pero prueba antes de comprometer. (No sabes cuánto me afectó esto. Dejé de despedir por “buena gente” y 7 años después sigo arrepentido).
- Un buen emprendedor es un buen maestro. Aprende a enseñar lo que haces.
- Ser bueno ya no es suficiente. Sé diferente. Lo diferente se recuerda.
- Crea como consumes. Si amas cierto contenido, haz contenido parecido. No seas un robot vendedor.
- Los emprendedores exitosos invierten dinero para ahorrar tiempo. Los que luchan… lo contrario.
- ¿Quieres mejores clientes? Cobra más. Lo barato sale caro, incluso en clientes.
- La desesperación se huele. Y espanta. No seas needy ni con tus ex, tus crush, ni con tus leads.
- No sigas invirtiendo tiempo y esfuerzo en clientes que ya dijeron que no. ¡NEXT!
- Tu precio no lo determinan los costos, sino los beneficios que le das al cliente.
- No temas contar tus ideas. Nadie te las va a robar. Y si te las roban, te están confirmando que es buena idea. Y si te copian, qué importa? Siempre puedes tener más ideas.
- Y la que más me habría gustado saber antes: CONFÍA MÁS EN TI. Confía en tus ideas. Yo dejé de hacer muchas cosas, o me demoré mucho en hacerlas… básicamente por pendejo. Por no creer en mí.
Ojo con la 35, no solo porque es un número bonito, sino porque tener mentores es algo que acelera tus procesos como no te imaginas. Vas a la fija, no cometes tantos errores.
Ahí es donde entro yo.
Para que logres tus metas más rápido, sin embarrarla tanto, escríbeme.
Llena este formulario (te toma 3 minutos) y yo te escribo de vuelta para hacerte un diagnóstico inicial. Y de paso validar si podemos trabajar juntos. Si a ti te gusta mi metodología y si yo creo que te puedo ayudar.
Solo atiendo 4 clientes nuevos al mes.
Y no es por presionar, pero ya tengo tres candidatos para junio.
Abrazos para ellos, besos para ellas.
Shaolin.
PD1: Un tema que incluyo en mis asesorías es la productividad. Y mucho de Inteligencia Artificial también.
Mira esta publicación, la hice en menos de 10 minutos, gracias a mi avatar. Ese que te habla no soy yo.
PD2: Qué llovedera en Bogotá, ¿no? ¿Alguien más aburrido con ese clima?
PD3: Ponle fe a las cosas, tente fe, si tú te crees, te vuelves imparable.
PD4: En el próximo marmograma te cuento cómo van mis ventas este año, cuánto han aumentado, y te cuento por qué. Para que lo apliques también.
PD5: Acá está el formulario para que empieces a trabajar en tu futuro. Yo ya lo vi y es bien bonito.